
El día después
dejaré colgadas las voces
en el tendal de los sueños,
emigraran las golondrinas de la solana
y regresaré sedienta, sin mirar atrás,
buscaré en los bolsillos, aplausos y pláceme
para guardarlos en el cajón desastre,
cubiertos de pétalos marchitos,
confinare también la vanidad
que baila insumisa en la memoria
amenazando desbordar la lucidez.
El día después
volveré, proletaria de las letras
a tejer ilusiones, en el telar de un verso
emigraran las golondrinas de la solana
y regresaré sedienta, sin mirar atrás,
buscaré en los bolsillos, aplausos y pláceme
para guardarlos en el cajón desastre,
cubiertos de pétalos marchitos,
confinare también la vanidad
que baila insumisa en la memoria
amenazando desbordar la lucidez.
El día después
volveré, proletaria de las letras
a tejer ilusiones, en el telar de un verso