jueves, 28 de enero de 2010

DESNUDANDO LA VIDA I


Desnudando la vida I

Nadie regala nada,
eso lo entendí enseguida,
mirando las muñecas, siempre de otras
y los cuartos con papel pintado en las paredes,
donde nunca dormí.

Todo tiene precio, hasta el amor.

He pagado cada gota de mar con lágrimas,
no me quejo,
no pretendo abrir las venas del recuerdo
y ahogarme en la hemorragia,
que bastante sangre doné ya,
solo, necesito limpiar los aljibes
de tanto lodo acumulado,
abrir las ventanas y ventilar el albergue,
puede que el desbroce, salpique el credo de alguien,
pero habrá de santiguarse o rezar un rosario,
si la polvareda le molesta.

Mañana empezaré a purgar la paciencia

8 comentarios:

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Tremenda fuerza, Conchi, has tardado en llegar pero lo haces arrasando.
Espero que esa limpieza purifique todos y cada uno de los rincones del alma.
Un beso.

ROCIO dijo...

Ya es hora que pongas algo al blog guapisima, a ver cuando tengo tiempo y lo arreglas un poco modernooooooooooooo.

Estupendas tus letras, demasiado purgamos muchas veces, pero no nos queda otra.

Un besote.

Rocío

silvia NAVARRO NAVARRO dijo...

IMPRESIONANTE
DESGARRADOR
EL AMOR CONDICIONAL
CON PRECIO

Calvared dijo...

Hermoso poema en todo su conjunto pese al tono triste que encierra.
Creo que todos necesitamos en mayor o menor medida limpiar de lodo nuestros aljibes en lugar de pensar en el lodo de los demás.
Un abrazo

estoy_viva dijo...

La limpieza interior es saber perdonar, asi es la unica forma de sanarte y empezar a vivir la vida dejando todo lo malo fuera de ella.
Un placer entrar a leerte y hacerme seguidora para no pederme nada de lo que expongas.
Con caríño
Mari

Paco Alonso dijo...

Bien hecho, bien dicho...
Vengo a darte las gracias por tu visita y conocer tu espacio, como ha sido de mi agrado te enlazo con permiso para poder seguirte.

Gracias por compartir.

Cálido abrazo.

Narci M. Ventanas dijo...

Es cierto, nadie regala nada a cambio de nada, y quien dice que hay que dar sin esperar nada a cambio, suele ser precisamente quien tiene siempre puesto el cazo para recoger lo que caiga, y nunca la mano tendida para ofrecer. Quienes realmente están dispuestos a dar sin recibir, no lo predican con la palabra, sino con el ejemplo, y no son muchos, la verdad.

Precioso poema, Conchi, te haces de rogar, pero nunca decepcionas.

Por cierto, me llamo Narci, de Narcisa, no Nanci, como la muñeca de mi infancia.

Besos
Narci

Jesús Arroyo dijo...

Ahora el II Conchi, rápido el II.
Besos.