viernes, 5 de febrero de 2010

DESNUDANDO LA VIDA II


DESNUDANDO LA VIDA II

Es terca la memoria
se escurre a hurtadillas
por los pasillos del olvido
y trae aullidos del pasado
en ráfagas que azotan el lindero del alma.
Ahora que lo pienso,
nunca fui niña
al menos, no como las otras.
Yo vivía,
con la angustia pegada a los huesos
huyendo eternamente
todo era cetrino
en el laberinto sin ventanas
hasta mi tez se veía cetrina.
Solo en “nunca”
donde corría a esconderme
cuando la lobreguez arreciaba
estaba a salvo
allí, entre héroes de papel
nadie gritaba
y las cucarachas no podían subirse a la cama.
Todavía hoy visito a menudo “nunca”
Mi madre, creía que dios lo arreglaría todo
hablaba con el, como con un pariente carnal.
Siempre hice caso a mama,
pedía a ese bienhechor impalpable
pan reciente y un edredón donde dormir los sueños
él estaba muy ocupado
y en demasiadas ocasiones,
hube de comer rebojos de pan duro.






6 comentarios:

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Sensibilidad, fuerza y sinceridad...enhorabuena por tu blog...azpeitia

Jesús Arroyo dijo...

HOla Conchi:
Tengo unas ganas de escucharte...
Besos.

Narci M. Ventanas dijo...

Es una pena que la fe no alimente ni nos cubra las necesidades básicas.

Fuerte y triste tu poema, sinceros tus versos y de una desnudez descarnada que muesra los huesos mismos del sufrimientos.

Besos
Narci

ROCIO dijo...

Que tristes palabras pero encerrando verdades.

Un besote.

Rooooooo

Anónimo dijo...

Duros esos tiempos que hoy recuerdas con tus versos.

Un fuerte abrazo para ti.

carmen jiménez dijo...

Un desnudo recio, sincero, atroz. Un recuerdo que ningun niño debería tener. Y aún así, su sabiduría, sabe guardarlo en el país de "nunca", jamás.