jueves, 11 de febrero de 2010

SONRÍA POR FAVOR


HISTORIAS COTIDIANAS

Como cada mañana, me dirigía hoy a la tienda,
caminando, con la prisa cosida a las suelas,
y miren ustedes por donde,
en la esquina de Filipinos,
veo a María apoyada en su muleta,
¿como vas de tu operación de cadera?
hay andamos, despacio, contesta,
y relata con detalle su recuperación,
demasiado lenta, según ella.
Las diez, ya voy tarde, echo a correr,
me chirrían hasta las muelas,
llevo los nervios como escarpias
y no atino a subir la verja ,
en esto pasa Luismi, el tendero de la vuelta
que amablemente se presta
a levantar la díscola reja ,
¡Santo dios! las diez y media,
entra Juanita, no me dio tiempo
ni a quitarme la trenca,
-anda Conchi, ponme unas aceitunas
y un verdel, que hoy viene a comer mi nieta,
¡ah!, y tres chocolatinas,
de esas que tienes de oferta,
con las prisas, piso el bolso, se me cae caceta,
enciendo el ordenador, saco el cambio,
¡date maña! que he terminar la labor, antes de la siesta.
pongo las aceitunas, la bolsa tiene una grieta,
por donde brota el caldo que como un surtidor
se estampa en mi camiseta;
fresquita y con aroma de anchoa en conserva
termino la operación, sacando el ticket de la venta,
¡hay señor! suspira Juanita,
se me olvidó la cartera,
anda mujer, no te preocupes
ya pagarás cuando puedas,
desde la puerta, Nieves, la vecina zapatera
pide una botella agua,
¿que te pasó? menuda mancha luces en la pechera,
se derramó el moje de las aceitunas
y mira por donde fue a parar a la espetera,
no te apures, ahora mismo te traigo una chaqueta,
suena el teléfono, como un repique de corneta,
quien será, ¡vive Dios! al borde del patatús,
dando saltos entre el vinagre, el bolso y la trenca
descuelgo el auricular ¿diga? ¿como estás hoy?

¡vaya! es mi amiga Estrella,
se interesa por mi salud por mi nieto, por la tienda,
tras diez minutos de charla, me noto tranquila, mas ligera
ya no importa que sean las once.
Cuando por fin cuelgo, haciendo balance de lo ocurrido,
tomo conciencia, que la palabra AMISTAD,
es mucho mas que siete letras

4 comentarios:

Narci M. Ventanas dijo...

Bien cierto, porque pobre mujer qué estrés, menos mal que la tila llegó a través del teléfono. Tuviste suerte y la tienes de tener tan buenas amigas.

Besos
Narci

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Querida Conchi:
A medida que te iba leyendo, el corazón se me estaba poniendo a mil. ¡Que estrés!
Bueno, pues que viva la amistad, pero si entre amiga y amiga entra una clienta de esas que hacen sonar el Riiiinnnngggg de la caja registradora, mejor.
Me ha encantado y el ritmo trepidante.
Un beso.

PD.
Gracias por tus bonitas palabras en el Romance de mi padre.

Jesús Arroyo dijo...

No es nada fácil, Conchi, hacer un poema así.
Amistad, una de las palabras más bonitas, aunque, pensándolo mejor... ¿no es la mejor?
Besos.

Anónimo dijo...

Versos llenos de sensibilidad y amistad... Bien por eso.

Un placer leerte.
Saludos.